Ford Falcon – Mad Max

Estamos acostumbrados a que los productores de las grandes películas de Hollywood tengan 4 o 5, o incluso más coches en su haber para grabar las escenas de acción. Este no es el caso del Ford Falcon en Mad Max. Sólo contaron con una unidad. Montaba un V8 que le daba 300 CV de fuerza.

Como es normal, fue retocado hasta el límite para darle ese aspecto apocalítptico.

Se vendió y se volvió a comprar

Cuando se estrenó la película, el coche se usó como medio publicitario y se exhibió en concentraciones de coches con el fin de promocional el film.

Después de esto, fue puesto en venta y retocado para poder homolagarse como coche de calle.

La película tuvo tantísimo éxito que debían hacer una secuela, por lo que los productores tuvieron comprar de nuevo el coche y le hicieron unas modificaciones para diferenciarlo del primer coche. Le cambiaron las llantas, los escapes, le dieron un aspecto más desgastado…

En esta segunda entrega se creó una réplica para grabar una escena donde el Interceptor, que así se le llama en la película, sufre un accidente tremendo.

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